CONFORT VS EFICIENCIA
Recientemente he tenido un debate en obra sobre la necesidad de llegar hasta las últimas consecuencias en el control de una instalación.
Estoy diseñando/instalando una vivienda de lujo realmente grande y hermosa, con todo lo que tiene que tener una casa de esas características.
En el apartado de domótica, estoy preparando todo lo que vamos a controlar con KNX y llevo varias reuniones con el promotor, con el constructor y con el del clima.
El punto discordante fue hasta qué punto el sistema domótico tiene que controlar el funcionamiento de la deshumectadora o decidir si el agua caliente sanitaria proviene de las placas solares o de la bomba de calor.
En mi opinión (y a lo mejor aquí no estás conmigo) si estos sistemas están diseñados para funcionar de forma autónoma, es mejor que lo sigan haciendo así.
Es cierto que podemos dotar de más inteligencia a la instalación en busca de ser más eficientes, pero… ¿a cambio de qué?
Añadimos más variables que pueden fallar (una fuente de alimentación knx, un fusible…) y provocar mal funciones en el sistema.
¿Que el cliente se quede sin agua caliente o que la deshumectadora deje de funcionar y arruine el mobiliario a cambio de ser 50-100€ al mes más eficientes en una casa así?
Tú me dirás. Yo lo tengo claro.