ROBANDO ELECTRICIDAD EN 1899

Hace poco publiqué un pequeño post hablando de los contratos de la luz en 1936 y hubo quien preguntó si por entonces ya había electricidad en los hogares.
Bueno, pues estoy convencido de que echar un poco la vista atrás y conocer los orígenes de la tecnología con la que trabajamos nunca viene mal, más si es nuestro negocio o nos dedicamos a ello, porque nos da una perspectiva interesante y útil de cómo hemos llegado hasta aquí.
Déjame que te cuente hoy una pequeña anécdota de 1899, cuando la electricidad estaba en sus orígenes y sí, ya empezaba a haber luz eléctrica en las ciudades, aunque sólo fuera para alumbrado público y uso en fábricas.

Ocurrió en Leipzig, donde el Tribunal Supremo sentenció que dos electricistas no eran culpables de robar electricidad a pesar de que se habían conectado a unos cables tendidos por una calle para su provecho.
Los argumentos del tribunal eran tres:
1.- Que los sabios desconocían la naturaleza de la electricidad, por lo que no se sabe exactamente qué se está robando.
2.- Que la electricidad no está definida como sustancia.
3.-Para que haya robo tiene que haber un objeto.
La conclusión era que apoderarse de electricidad era tan vago como hacerlo de un sonido, de un olor o del aire…
¿Curioso, no?