¿POR FIN LLEGA EL AUTOCONSUMO?
En los últimos meses concurren una serie de hechos que están relanzando este producto que comenzó a funcionar de forma tímida hace unos cuantos años, pero que nunca llegó a explotar y mucho menos a posicionarse con la relevancia que merece.
El primero, el nuevo marco regulatorio sin Impuesto al Sol, que acorta en tiempos el retorno de la inversión.
El segundo, la simplificación de los trámites en instalaciones de menos de 100kW, la inmensa mayoría.
El tercero, el disparatado precio de la electricidad y su volatilidad.
El cuarto, una mayor información de la población, generando expectativas de ahorro y de sensibilización con el Medio Ambiente.
El quinto, la sobreoferta que comienza a aparecer en el mercado y que propicia una fuerte competencia en precios y facilidad de acceso.
El sexto, un nuevo mercado para comerciales “quemados” con la guerra de precios de la luz y que ahora pueden ofrecer un producto con aceptables márgenes de beneficio.
El séptimo, el acceso a la financiación de fondos, entidades bancarias y las propias comercializadoras.
Y el octavo, la irrupción de las petroleras, con gran capital para invertir y, sobre todo, mucha necesidad de subirse al carro de la energía eléctrica en sus diferentes aplicaciones.